El día
viernes 13 de Octubre de 2017 Sensei Luis Lemos y su esposa Karina Constantino
fueron invitados por el Laboratorio de Idiomas de la Universidad Nacional de
Buenos Aires a una demostración de la Ceremonia del Cha-Do o Ceremonia del Te.
La misma estuvo a cargo por Sensei Raul Esteban González y un grupo de alumnos
de la escuela Urasenke de Tokio (Japón) en Argentina.
En la misma
no solo se explicó en forma detallada una de las tres formas básicas de esta
tradicional ceremonia sino que al finalizar se pudo probar un poco del genuino
o-cha preparado en la ceremonia y unos gustosos dulces preparados a base de
poroto aduki.
Gonzalez
Sensei fue hace muchos años Profesor de Nihon-go del Sensei Luis Lemos en la
Universidad Nacional de Buenos Aires y entre otros méritos ha sido titular de la
catedra de Nihon-go de dicha Universidad.

El “DO” 道 es un camino que hay que seguir, que está ya trazado y que
conduce a una única meta; el perfeccionamiento humano. Las manifestaciones más
notables de la cultura japonesa se definen ideográfica y conceptualmente como
“do” ‘camino’. El ideograma de origen chino con que se escribe la palabra “DO”
o “TAO” está compuesto por dos partes; “cabeza” e “ir” en conjunto sería ‘ir
con la cabeza’ o ‘ir consciente’. El significado del ideograma en su conjunto
es ‘camino’.

En su forma superior, la cortesía casi se confunde con el
amor. El más grande expositor de una de las más conocidas escuelas de etiqueta,
la ‘Ogasawara’ ha dicho: El fin de toda etiqueta es cultivar el espíritu, de
tal suerte que, aun cuando esté tranquilamente sentado, ni el rufián más
grosero pueda atreverse a poner la mano sobre nuestra persona. Esto quiere
decir, que por el constante ejercicio de las maneras correctas se pueden
mantener todas las partes y facultades del cuerpo en tal orden, en tal armonía
consigo mismo y con el medio, que demuestren el imperio del espíritu sobre el
cuerpo.
La gracia, otra de las cualidades que pueden ser adquiridas
con la práctica del Sado es definida por Spencer como la manera más económica
del movimiento. La ceremonia del té prescribe ciertos modos de manejar una
taza, una cuchara de bambú, una servilleta de seda etc. Para un novicio todo
esto es aburrido, pero pronto comprueba que el modo prescrito es, en realidad,
el que ahorra más tiempo y trabajo; en otras palabras, el uso más económico de
la fuerza; por consiguiente según la definición de Spencer: “el más gracioso”.
¿Cuáles serían esos métodos que contienen los “DO” y que nos
permiten alcanzar esos objetivos tan elevados? Es la ‘disciplina’ de los
orientales tantas veces admirada por los occidentales. Este “DO” al que nos
estamos refiriendo es por ejemplo, el “Shodo”, 書道 ‘camino de la escritura’;
el “Karatedo”, 空手道 ‘camino de las manos
vacías’; el “Kado”, 花道 ‘camino de las flores’; el
“Kyudo”, 弓道 ‘camino de la arquería’; el
“Judo”, 柔道 ‘camino de la blandura’; el
“Kendo”, 剣道 ‘camino de la espada’ el
“Sado”, 茶道 ‘camino del té’. Todos
estos “Do” que acabamos de mencionar y que a primera vista se nos presentan
como simples deportes y pasatiempos forman parte de una serie de actitudes
íntimas de índole ascética, mística, éticas y morales. Por supuesto que todos
ellos conllevan una técnica que hay que llegar a dominar hasta su perfección,
pero en estos “Do” que hemos mencionado y otros son algo más que conocer
ciertas técnicas.
Por ejemplo, el monje y calígrafo japonés Kobo Daishi (Kukai)
quien fuera el introductor de la escuela budista esotérica Shingon, no se
contentaba con trazar ideogramas técnicamente perfectos, sino que a través de
ellos se expresaba a sí mismo, realizándose como persona libre y consciente,
concentrando todas las energías de su cuerpo y de su espíritu en el objeto de
su inspiración artística.
Así como Ando Hiroshige hizo con la pintura, o Matsuo Basho
con sus poemas (Haiku); dejaron grabado en su arte la verdad que vivía intensa
y profundamente. Los chinos quizás, en cuanto a su presentación un tanto más
filosófica del “Do” que los japoneses, lo llaman “TAO”, imposible de definir o
describir. Una de las cualidades del Tao chino es la vacuidad, el “TaoTe King” 道徳経 dice: Es solamente el vacío
que hay entre los rayos de una rueda lo que hace que la rueda pueda
utilizarse.. es el vacío que hay en el interior de las vasijas lo que hace que
estas puedan ser utilizadas; se abren puertas y ventanas en las paredes de una
casa y es este vacío en ellas que una habitación puede ser utilizada. El espacio entre el Cielo y la Tierra es como una flauta;
está vacío y mantiene su oquedad. No obstante, su contenido es inagotable. Es
sólo en el vacío donde se halla lo que es verdaderamente esencial.
El Chado o
“Camino del Té” como se lo conoce hoy día es el producto de 400 años de
continuo refinamiento adquirido por los maestros de té del pasado que poseían
una sensibilidad particularmente desarrollada.
Nuestra vida cotidiana difiere totalmente de la japonesa o la
de otros países occidentales. Pero cuando nos vestimos con un kimono para así
acceder a una sala de té y nos sentamos sobre el tatami, esteras con que se
cubren los pisos de las casas tradicionales japonesas, podemos tener la
experiencia de disfrutar de un momento estético donde se conjugan la armonía,
la belleza natural y la estética de los elementos utilizados y en los depurados
movimientos del anfitrión.
Aduki
O-Cha
El hombre debe obtener en su interior el vacío. Una vez en
ese estado debe mantenerse firme en la quietud. Debemos ser como el agua que
fluye mansa e indiferente, si está turbia déjala quieta y ella sola,
gradualmente, adquirirá transparencia. La realización de la ceremonia de té en
nuestros días se ha convertido en algo cotidiano que nos coloca en armonía con
nosotros mismos y en íntima comunión con la naturaleza. Libre de toda intelectualidad
el “Chado” es una vía poética, como decía Takuan: el Chado es el sentimiento de
armonía entre el Cielo y la Tierra y es la norma del mundo en paz. El Chado es
la purificación de los cinco órganos; para la vista, cuadros y flores; para el
olfato, perfumes; para el oído, sonidos, como el ruido del agua hirviendo a
borbotones en la marmita de hierro; para el gusto, el té y los dulces; cuando
los cuatro órganos se purifican es natural que el quinto el corazón también lo
esté.
Si tu corazón está perturbado e inquieto, déjalo actuar, y el
reposo se producirá lentamente.
Así como el Bushido 武士道 o “camino del samurai” se
sustenta en tres principios que son “Chi” 智 (sabiduría), “Jin”
(benevolencia), y “Yu” 勇 (valor); el gran maestro de té Sen no Rikyu (1522-1591)
sintetizó los principios básicos con cuatro características: Wa, Kei, Sei, Jaku
和 敬清寂.
WA和: significa “armonía”, la armonía entre las personas, entre
las personas y la naturaleza y la armonía entre los utensilios del té y el modo
en que estos son utilizados.
KEI敬: significa “respeto”; el respeto es otorgado a todas las
cosas y proviene del sentimiento de humildad y sincero agradecimiento a la
vida.
SEI 清: significa “pureza”, implica tanto la limpieza mundana como
espiritual.
JAKU 寂: significa la “tranquilidad” o “paz interior”. Y se logra
con la realización de los tres principios anteriores.
La popularidad del té es universal pero en ningún lugar del
mundo contribuyó tanto a la cultura como en Japón. Su preparación y posterior
degustación adquirió un significado estético contribuyendo al desarrollo de
diversas actividades artísticas.
Muchas gracias a la Universidad Nacional de Buenos Aires por la invitación y felicitamos al Laboratorio de idiomas por la excelente organización de la muestra. "Domo arigato gozaimasu !!"