TAISHINKAN CHIKARA DOJO "UCHINA TOUR 2024" SEPTIMA PARTE: ZONA DE KUNINDA (KUMEMURA) Y EL FUSHUKU-EN GARDEN DE NAHA OKINAWA JAPON

Continuando con la travesía de estudio cultural realizada en este último Chikara Dojo Uchina Tour 2024 por diversas ciudades de Okinawa y Japon, compartiremos hoy con ustedes la visita a un verdadero centro neurálgico de la cultura tradicional de Ryukyu. Y se trata nada mas ni nada menos que el “Fukushū-en” o Jardín Tradicional Chino, que se encuentra ubicado en el área de la antigua aldea de Kume, hoy un popular y concurrido barrio de la Ciudad de Naha en Okinawa.

El Fukushū-en es también llamado "Jardín Fuzhou” y se construyó en el año 1992 para celebrar el décimo aniversario del establecimiento de la relación de ciudades hermanas entre Naha en Okinawa y Fuzhou en China. El barrio de Kume donde se encuentra el jardín, anteriormente conocido como Kume-mura (aldea de Kume), fue durante siglos el centro de la cultura y el aprendizaje chino en el Reino de Ryūkyū y un símbolo del importante papel de la influencia cultural china en la historia y la cultura de Okinawa.

  
 

Como le cuento siempre a Matías (mi hijo y discípulo), este lugar es muy especial para mí puesto que, en mi primer viaje de capacitación a Okinawa, descubrí casi por casualidad este lugar y al consultar sobre su origen pude comenzar a desandar mi camino de investigación sobre la cultura del Reino de Ryukyu. Es más, allí pude tomarme mi primera fotografía en un lugar histórico dentro de la Isla de Okinawa, la que conservo a travez de los años con mucho cariño.

Este Jardín Fukushū-en, fue construido casi en su totalidad con madera y piedra de Fuzhou (China), con la ayuda de artesanos de Fuzhou y de acuerdo con especificaciones representativas de los jardines tradicionales de Fuzhou. Por lo tanto, contiene muchos de los elementos esenciales para el diseño de un jardín chino tradicional. Está amurallado, dividido en secciones individuales, presenta mucha asimetría, rocas (incluidas las rocas de los eruditos) y agua en forma de un solo estanque que se extiende por la mayoría de las secciones del jardín. Varios puentes de una variedad de estilos se extienden sobre el estanque, que alberga peces carpas y tortugas, un símbolo de longevidad y sabiduría en la cultura china. La pieza central del jardín quizás sea su cascada, ubicada en el lado oeste del estanque, directamente frente a la entrada este. El montón de rocas del que fluye una cueva artificial, a la que se puede entrar y subir a la misma. Sobre un lateral, tiene unas escaleras talladas en la roca que conducen a un pabellón de estilo chino, uno de los dos puntos altos del jardín que permite ver gran parte del mismo y el paisaje circundante.

   

Cuenta también con puertas en los cuatro puntos cardinales, varios pabellones de seis lados, esculturas, campanas, varias inscripciones pintadas a gran escala sobre madera y piedra y en un edificio cercano una pequeña exposición de pinturas chinas con una maqueta del estilo de barco que habría viajado a Fuzhou durante la época del Reino Ryūkyū para traer tributos y dedicarse al comercio. También se utiliza el concepto chino y japonés de "préstamo de paisaje” llamado “Shakkei", lo que aumenta la sensación de tamaño del jardín. Sin embargo, un elemento indicativo de Ryūkyū se ve en las plantas y árboles elegidos para el jardín. Especies como el “Murraya paniculata” (similar a un naranjo) y el “Mikan” llamado “Gekkitsu” en japonés, la Acacia confusa llamada “Sōshiju” en Nihongo, son ambos nativos de las islas Ryūkyū, Taiwán y partes del sudeste asiático, los cuales fueron elegidos por sus cualidades estéticas, más particularmente por sus flores que permiten que la apariencia y la atmósfera del jardín cambien con las estaciones de una manera particular apropiada para un jardín chino tradicional de la época.

Si bien la belleza cultural que se observa en sus edificios, elementos y ornamentos, a simple vista es por si importante y valiosa culturalmente, el lugar donde se encuentra emplazado lo impregna aun mas y lo transforma en un vestigio viviente y actual de la cultura y la historia Uchinanchu antigua. A continuación, y sin intención de explayarme mucho, compartiremos con ustedes algunos aspectos fundamentales de la zona que habita este hermoso icono cultural de Okinawa.

   

Kume-mura o simplemente como la llaman popularmente en Okinawa “Kuninda, era una comunidad de eruditos, burócratas y diplomáticos que se encontraban establecidos en la ciudad portuaria de Naha, bastante cercana de la antigua capital Real de Shuri, que era un centro de cultura y aprendizaje durante la época del Reino de Ryūkyū. Los habitantes de Kume-mura que tradicionalmente se cree que son descendientes de los inmigrantes chinos que se establecieron allí por primera vez en el año 1392 (si pueden investiguen sobre la historia de las 36 familias chinas), llegaron a formar una clase importante y aristocrática de eruditos-burócratas llamada “los Yukatchu”, que dominaron la burocracia Real y sirvieron como funcionarios del gobierno local y como diplomáticos en las relaciones con China, Japón y otros países próximos.

La función especial de la comunidad llegó a su fin en 1879 con la anexión formal de Okinawa al Japón y desde entonces ha sido absorbida geográficamente por la nueva capital de la prefectura de Okinawa llamada “Naha”. La zona ahora se conoce simplemente como Kume, sin embargo, su asociación con la erudición y la cultura (o al menos con China), continúa hasta hoy en día. Se dice también que sigue existiendo una expectativa entre los habitantes de Okinawa de que la gente de Kume siga siendo “más china”, o al menos diferente de los demás pueblos de las islas.

   

Según los relatos tradicionales, esta comunidad se fundó en el año 1392 cuando un grupo de burócratas y artesanos chinos, bajo las órdenes del gobierno imperial chino Ming viajaron a Ryūkyū desde Fujian y se establecieron allí. Las comunidades chinas que habitaban a lo largo de Okinawa, habrían crecido en los siglos XIV y XV, a medida que las comunidades a lo largo de la costa sur de China se desplazaban hacia el sur y el comercio se expandía entre esa región y la Isla del Reino de Ryūkyū.

Los tres reinos de Ryūkyū que se unirían en los treinta años siguientes a la fecha tradicional de la fundación de Kume-mura, al igual que muchos otros estados de la región en ese momento, eran estados tributarios del orden mundial chino; la cultura china y sus estructuras políticas y económicas se consideraban la definición misma de civilización y modernidad, una visión cultivada por el gobierno imperial chino a lo largo de gran parte de su historia. Así, aunque estos inmigrantes chinos no eran más que ciudadanos comunes en su patria (Fujian) eran considerados por el gobierno que los envió, como verdaderos enviados culturales que llevaban la civilización a una nación menor.

Los inmigrantes recibieron tierras libres de impuestos para construir sus casas, la comunidad recibió un estipendio de arroz del gobierno para ayudar a mantenerla y el pueblo de Kume-mura pronto llegó a tener un gran estatus y prestigio en el gobierno Real, aunque la comunidad en su conjunto funcionó de manera algo independiente de cualquiera de los tres Reinos. Estos tres Reinos, cultivaron relaciones diplomáticas y comerciales con miembros de la comunidad intercultural y de orientación marítima de Kume-mura y estas condiciones permanecerían inalteradas durante varios siglos, a medida que Kume-mura se fue consolidando en su importancia e influencia.

   

Los niños de Kume-mura empezaban sus estudios formales a los cinco años y viajaban al Palacio de Shuri-jo para una audiencia especial y formal a los quince años de edad. En ese momento se les agregaba formalmente al registro de burócratas eruditos “Yukatchu” y podían comenzar sus carreras gubernamentales. Una de las características definitorias de la comunidad académica de Kume-mura y su relación con China, era el sistema por el cual los estudiantes y académicos pasaban temporadas en Fuzhou, tanto como estudiantes como miembros de misiones tributarias. La mayoría, si no todos, los estudiantes y burócratas académicos pasaban al menos unos años de sus vidas estudiando en Fuzhou; unos pocos viajaban a Pekín y a partir del siglo XVII, algunos estudiaban en Kagoshima (Japon). Solo unos pocos cientos de ryukyuanos residían en Fuzhou a la vez y solo ocho en la universidad imperial de Pekín, donde se les permitía quedarse durante tres años, o hasta ocho en circunstancias excepcionales. La educación inevitablemente conducía a exámenes imperiales chinos que se realizaban en Pekín o a un conjunto de exámenes menos rigurosos que se realizaban en Shuri. Al igual que en China, estos exámenes eran la puerta de entrada a la burocracia gubernamental. Además de trabajar como burócratas en Shuri, muchos ocupaban puestos como profesores en Kume-mura y hasta se erigían como diplomáticos.

En Okinawa, como en la mayoría de las sociedades premodernas, la alfabetización era escasa, y los habitantes de Kume-mura estaban alfabetizados con fluidez en el idioma chino y educados en los clásicos chinos. Representaban una comunidad unida de la mayoría de las personas más educadas del país. Los inmigrantes originales, y más tarde sus descendientes, enseñaron el idioma chino y los métodos y estructuras administrativas a los funcionarios de Ryukyuan y a muchos otros también. También eran considerados expertos en una variedad de habilidades como astronomía, navegación, geomancia, construcción naval y producción de tinta y papel. A mediados del siglo XV, la comunidad estaba encerrada dentro de muros de tierra y constaba de más de cien casas, habitadas no sólo por inmigrantes chinos (y sus descendientes), sino también por algunos coreanos. Sin embargo, no se han encontrado restos de esta nacionalidad entre de los muros de esta tierra.

   

La zona que abarca Kume-mura y las cercanas ciudades de Naha y Shuri, componían metafóricamente una isla cultural. Los descendientes de los inmigrantes chinos originales estudiaban junto con los jóvenes de Ryukyu, y numerosos ritos, rituales y celebraciones, junto con una miríada de otros elementos de la cultura china, eran en gran medida desconocidos fuera de esta zona. Esto generó una especie de cisma dentro del país, ya que la cultura china llegó a dominar la vida en la región inmediatamente alrededor de la ciudad capital, mientras que el resto del Reino permaneció dedicado a las creencias y formas de vida nativas tradicionales. Como todos los burócratas y funcionarios del gobierno provenían de Kume-mura y Shuri, las políticas comenzaron a guiarse cada vez más por los valores e ideas confucianos, particularmente bajo los reinados de “Shō Shōken” y “Sai On”, considerados ampliamente los dos funcionarios más influyentes en la historia del Reino.

En 1671, el emperador chino “Kangxi” regaló a la comunidad un templo confuciano, y “Shō Shōken” y otros hicieron grandes esfuerzos para convertir al país en uno basado en gran medida en las directrices confucianas. Entre las muchas reformas hubo una serie de intentos de erradicar los rituales animistas nativos, en particular los que involucraban al Rey. Las creencias nativas eran vistas como primitivas, incivilizadas y potencialmente embarazosas a los ojos tanto de China como de Japón, por lo tanto el sistema de sacerdotisas “Noro” se redujo a la fuerza en importancia y muchos rituales Reales se hicieron para que se realizaran en el templo confuciano, de una manera más china, o fueron eliminados casi por completo transformándose en meros gestos por los cuales los funcionarios subalternos representaban oficialmente al Rey en la realización de los rituales.

    

Durante gran parte del período medieval (entre 1390 y 1609), la ciudad portuaria de Naha estaba situada en una pequeña isla llamada “Uki-shima”, conectada al continente de la isla de Okinawa por una calzada estrecha llamada “Chōkōtei” (que podría traducirse como "largo terraplén del arco iris"). El centro de la isla estaba dominado por la comunidad amurallada de Kume-mura y una vía principal llamada “Kume Ōdōri” atravesaba la isla de sureste a noroeste; el templo taoísta “Tensonbyō” se encontraba en el extremo norte de la calle, mientras que un par de santuarios “Tenpi-gū” dedicados a Tenpi (deidad taoísta del mar), se encontraban en el extremo sur de la carretera.

Durante el período en que Ryukyu estuvo bajo el control del clan Shimazu de Japón (1603-1868), el pueblo de Kume-mura llegó a desempeñar un papel aún más directo en el gobierno y en la diplomacia, al menos inicialmente. Las fuertes conexiones de Ryukyu con China fueron cruciales para Japón y dependían de la ignorancia de China sobre la subordinación de Ryukyu. Por lo tanto, el pueblo de Kume-mura sirvió no solo en el gobierno Real y como diplomáticos, sino también como agentes culturales. A los habitantes de Ryukyu se les prohibió hablar Nihon-go (idioma japonés), usar ropa japonesa o de otras maneras revelar la influencia japonesa sobre ellos. Así, el magistrado de la comunidad de Kume-mura asumió un papel no oficial comparable al de un ministro de Educación y el pueblo de Ryukyu, incluso más que antes, se vio expuesto a una campaña de significación tanto pasiva como activa. Sin embargo, la caída de la dinastía Ming en 1644 ante la dinastía Qing de los manchúes, trajo consigo un dilema cultural para el pueblo de Kume-mura, que, aunque a muchas generaciones de sus antepasados ​​chinos todavía sentía lazos muy estrechos con ese país. El nuevo gobierno manchú exigió que todos los súbditos chinos adoptaran ciertas costumbres y vestimentas manchúes, incluido el uso de la coleta. Aunque los habitantes de Kume-mura todavía se consideraban ryukyuanos en cierta manera, se negaron a seguir estas órdenes y adoptaron modales y vestimentas más acordes con las tradiciones nativas de Ryukyuan.

   

El desarrollo del Reino se vio inevitablemente afectado de manera bastante profunda por las políticas impuestas por Satsuma-han y por las reformas instituidas por Sai On, Shō Shōken y otros. Aunque la prosperidad económica general de Ryukyu en este período sigue siendo un tema de debate entre los historiadores, el Reino se desarrolló económicamente en algunos aspectos. Los “Anji” de Shuri y los “Yukatchu” de Kume-mura se convirtieron en una clase media semi-rica, la brecha económica entre los habitantes de las ciudades y los del campo aumentó al igual que las propias ciudades. En el año 1653, el gobierno prohibió a cualquier persona trasladar su residencia a una de las principales ciudades e impuso una serie de leyes suntuarias destinadas a reducir el gasto gratuito; la élite burocrática puede haber sido más rica que el campesinado de Ryukyu, pero según la mayoría de los relatos académicos todavía eran bastante pobres en comparación con los aristócratas de China y Japón.

En el transcurso de este período, la clase aristocrática de Shuri “Anji”, ganó influencia y poder y eclipsó a Kume-mura. En 1729, el gobierno puso fin a los estipendios de arroz que habían apoyado a la gente de esta aldea cultural desde la fundación de la comunidad, pagándolos en su lugar a la gente de Shuri. Alrededor del año 1801, los jóvenes de Shuri comenzaron a ser enviados al extranjero para estudiar en Fuzhou y Beijing, rompiendo el monopolio de la erudición china que había tenido Kume-mura durante aproximadamente cuatro siglos. Una variedad de puestos gubernamentales pasó a estar abiertos solo a aquellos que vivían en Shuri y eran de linaje “Anji”. Se permitía a los habitantes de Kume-mura cambiar formalmente su residencia a la capital y así obtener las mismas oportunidades que se ofrecían a los originarios de Shuri, pero si bien esto benefició a los burócratas académicos individuales, en general sólo sirvió para acelerar el declive del prestigio y el poder de Kume-mura, ya que su papel antes único e importante, en el gobierno, la educación y la cultura del país y pasó a ser compartido, o incluso asumido, por Shuri.

   

Se organizaron protestas en ese momento, pero tuvieron muy poco impacto. Estos acontecimientos fueron los clavos metafóricos en el ataúd de la comunidad de Kume-mura, que dependía en gran medida de los estipendios de arroz del gobierno y de su monopolio sobre su papel único en el gobierno. Durante siglos, la gente se había dedicado a actividades académicas, y no a la producción económica. El Shō Shōken intentó aliviar este problema en cierta medida, reduciendo la producción de artesanías en el campo y reservando esta producción para la gente de Kume-mura y otras ciudades. Se animó a algunos habitantes de las ciudades a dejar las ciudades para ir al campo, para seguir una vida como artesanos, sin ninguna pérdida formal de estatus. El Reino se disolvió y Ryukyu quedó formalmente anexada a Japón como Prefectura de Okinawa en el año 1879.

Kume-mura, que tenía estrechos vínculos con China, se convirtió en un centro de sentimiento antijaponés y muchos miembros de la comunidad huyeron a China, tanto por desagrado por la idea de unirse a Japón como por miedo a las represalias chinas contra Ryukyu por permitir la anexión. Al mismo tiempo, como parte de las amplias reformas de la Restauración Meiji, se estableció un sistema de escuelas públicas en todo Japón; aunque se pretendía que la educación fuera uniforme en todo el país, se hicieron excepciones en Okinawa, como ocurrió con la mayoría de las políticas de la era Meiji, que se introdujeron allí de forma más gradual. Se establecieron academias en Shuri y Kume-mura, y el plan de estudios basado en los clásicos chinos se mantuvo allí durante un tiempo. Se dice que a principios del siglo XX la erudición tradicional de Kume-mura había desaparecido.

Si bien este resumen es bien basico y breve, creo servira para poner en contexto necesario al lector sobre la importancia fundacional de la cultura autoctona de Ryukyu y sus claras y tangibles influencias chinas que, aun hoy en dia se encuentran frente a nosotros si sabemos observarlas.

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